Ayer vivimos en Alicante uno de los mejores partidos desde hace mucho tiempo en la ACB o Liga Endesa, o por lo menos uno de los más anotadores. Y es que dejando de lado el primer cuarto, el partido estuvo lleno de canastas rápidas, de jugadores "on fire", juego rápido, sin muchos parones y sobre todo de juego interior por parte del Real Madrid y de triples por parte de los locales.
Los de Pablo Laso viajaban a Alicante sabiendo que el partido no iba a ser nada fácil.