Neymar con calzador

El domingo pasado se enfrentaron en la final del Mundial de Clubes el FC Barcelona y el Santos con victoria cómoda para los catalanes. Después de producirse uno de los enfrentamientos más esperados del momento entre el mejor jugador del mundo y el que dicen y quieren colocarnos como el tercero, Messi y Neymar, desde Tocadita y al Pie queremos analizar la situación.

Desde hace algunos meses el jugador brasileño ha pasado de ser un completo desconocido, que sólo era noticia por sus plantes en el campo y sus malas conductas con sus compañeros, a ser el mejor jugador del mundo después de Messi y Cristiano Ronaldo. Neymar es un chaval de 19 años que milita en uno de los mejores equipos de Brasil, el Santos. Su debut en el primer equipo fue a los 17 años de edad en 2009 con una victoria frente al Oeste.
Pero su primer gol tuvo que esperar a la semana siguiente. Desde ese momento no todo fue bonito para el delantero, ya que a España siempre nos llegaban noticias de su mal comportamiento. Recordar una situación: se produjo un penalty y el entrenador ordenó que no lo tirara el crack brasileño. Éste, al ser encargado de hacerlo en otras ocasiones se enfadó y a partir de ese momento y hasta el final del partido se dedicó a no pasar la pelota a sus compañeros. Simplemente regatear sin sentido hasta que los rivales le pararan con una fuerte falta por su chulería.

Dejando a un lado sus desplantes y sus malos comportamientos es un jugador muy interesante que a su corta edad ya ha conseguido numerosos premios como jugador, con su club y con la selección internacional llegando a meter 81 goles en las escasas tres temporadas que lleva como profesional. Pero seamos serios, ¿es tan bueno y ha ganado tantas cosas como para ser ya el tercer mejor jugador del mundo? ¿Ha jugado partidos de tan alto nivel como para catalogarle de esta manera? ¿Tiene la experiencia que se requiere en partidos de alto nivel con su corta edad y sus 3 temporadas como profesional? Nuestra respuesta es clara: no, no y no.

Sabemos que el Real Madrid y el Barcelona se llevan rifando al jugador varios meses, tomando algo de iniciativa el club catalán, por lo que no dudamos de su proyección como jugador. Pero de ahí a que en estos momentos sea uno de los mejores jugadores del mundo…hay una clara diferencia. Toda la prensa deportiva está ejerciendo tal presión sobre el jugador que aunque no haga nada ya recibe premios como ocurrió el pasado domingo en la final contra el Barcelona. Necesitan otro crack que despunte y que llene portadas para su posible fichaje por un grande. Es cierto que jugar contra los de Pep en estos momentos es muy complicado que un jugador destaque y más con las grandes posesiones de balón que éstos ejercen. Pero aún así, y aunque Neymar no hiciese nada en el partido, recibió el premio al tercer mejor jugador del torneo. ¿Por qué? Porque es él, porque quizás tenía que haber alguien de la final en el podium, también. Pero lo que no podemos hacer es dar méritos a un futbolista sin merecerlo, cuando sabemos que llegar a la élite es muy complicado.

Ya lo dijimos cuando conocíamos la final entre Barça y Santos, que ardíamos en ganas de ver a los dos tracks cara a cara. Ver al delantero brasileño jugando contra un equipo europeo. Y a estas alturas todavía queremos hacerlo. Quizá tendrá que ficharlo un grande de Europa para saber si de verdad este chaval llega a ser uno de los mejores del mundo. Jugar en campos tan difíciles y duros como San Mamés, visitar a Osasuna o jugar contra jugadores fuertes y de contención como Ballesteros, Albelda, Amorebieta, Marchena o extranjeros como Samuel, Lucio, Demichelis, De Jong… Sólo cuando veamos que Neymar es capaz de superar a todas estas adversidades, cuando haga todas esas bicicletas y caños, como ya lo hacen Messi y Cristiano, podremos decir que se encuentra entre los tocados por la varita. Hasta entonces sólo podremos decir que es un magnífico futbolista, con mucha clase y con un carácter complicado.

Esperando ese momento seguiremos disfrutando de verdaderos jugones que están por encima de Neymar, y no tenemos que irnos tan lejos para ello: Xavi, Iniesta, Villa, Xabi Alonso, Sergio Ramos, Piqué, Agüero, Silva, Ozil, Rooney o Casillas entre otros.