Anoche tuvimos la suerte de disfrutar de una de las noches más bonitas para el fútbol español. El Mirandes ha logrado meterse en semifinales de la Copa del Rey después de tumbar a tres equipos de primera división: Villarreal, Racing de Santander y Espanyol.
El partido comenzaba con un Espanyol muy serio con una defensa concentrada en no dejar espacios a los locales. Con un marcaje especial al jugador que está marcando un antes y un después en la historia del Mirandes, Pablo Infante.
Siempre que cogía la pelota tenía a un par de defensores de los visitantes a su alrededor. Situación que aprovechó muy bien los de Miranda para abrir huecos y permitir que las jugadas terminasen en otros jugadores desmarcados.
La primera parte terminó con empate a cero, pero en la reaundación el Espanyol lograba adelantarse a balón parado por medio de Rui Fonte. Las esperanzas parecían perdidas para los locales, sin embargo el público empezó a animar más que nunca y en el minuto 58 Pablo Infante lograba meter un derechazo desde fuera del área con ayuda de un defensa, levantando aún más a Anduva y colocándose como máximo goleador de la competición con 7 goles. No les bastaba con ese gol por lo que fueron constantes y con una posesión mayor que los de Pochettino lograron llegar al final del partido con opciones de la victoria. Así en el segundo minuto del descuento Caneda remataba de cabeza a la red un balón de falta puesto por Infante que desataba la locura en Mirandes. Habían logrado otra "machada", ganar a un muy buen Espanyol y lo más importante pasar a semifinales de la Copa del Rey.
La plantilla sabe que ha hecho feliz a una ciudad entera como es Miranda de Ebro, pero lo que no sabe es que ha puesto la piel de gallina a toda España. Estamos hartos que los medios sólo den protagonismo a Madrid y Barça, que si Clásico, que si Mourinho, que si Guardiola ha dicho esto, que si Cristiano está triste...
Y es que anoche vivimos los valores del fútbol en su máximo esplendor, con una afición volcada con su equipo, con una plantilla de jugadores humildes que se esfuerzan cada día por lograr su ascenso a segunda división, que se han tomado la Copa como un premio.
Aunque por encima de todos suene un nombre, Pablo Infante, lo primordial es el equipo y eso se nota en el campo y se transmite a la grada. Porque si un jugador destaca, la gente no reacciona de la misma manera ya que no se siente identificado con el, sabe que está viendo a un genio, a alguien superior. Pero la gente conecta con los jugadores y se vuelve un jugador más cuando observa a su equipo luchar como tal, unidos. Porque es cuando el público se siente identificado, con la lucha y el esfuerzo de los futbolistas. Saliendo del estadio contagiados del espíritu y la alegría de lo que han presenciado. Y es que hay una cosa que el Mirandes ha hecho a la perfección y es conectar con el público a través de la actuación del equipo.
Tenemos que dar las gracias al Mirandes y a Miranda por despertarnos de este fútbol que nos quiere imponer la prensa. Lo que vivimos ayer sí que es fútbol, son los valores que todos los que amamos este deporte necesitamos y queremos que se muestren.
Porque a partir de ahora mucha gente tendrá un segundo equipo favorito, El Mirandes.
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