Han sido muchos los jugadores que han jugado en nuestra liga y que todavía se encuentras en nuestro recuerdo. Quizás por sus buenas, malas, cortas o prolongadas actuaciones, son jugadores que de la noche a la mañana desaparecen del panorama futbolístico de primer nivel y pasan a jugar en diferentes equipos de la geografía española o extranjera y que no son tan conocidos. En esta ocasión vamos a recordar la trayectoria de Miguel "Palanca" Fernández.
Palanca inició su carrera futbolística en La Salle de Tarragona cuando con tan solo 10 años el Espanyol lo fichó para su cantera. Años más tarde, en 2007 y con un gran desparpajo y velocidad, el delantero debutó a las órdenes de Ernesto Valverde en el primer equipo jugando contra el Sevilla casi el partido completo.
Cuando con 8 goles en su cuenta particular, al final de la temporada casi se queda sin equipo por el descenso de su equipo a tercera división, fichó por el Real Madrid para jugar en el Castilla en 2ªB. Allí disputaría varios partidos hasta que fue convocado junto a 3 canteranos más por Juande Ramos para jugar uno de los partidos más importantes de la temporada, El Gran Clásico. Entró al campo en el minuto 35 sustituyendo a un lesionado Sneijder e hizo verdaderos estragos a la defensa culé con sus internadas y su gran velocidad. "Tenía muchísimas ganas de jugar, no noté la responsabilidad". Haciendo sufrir a todo un defensa internacional como Abidal. Y es que el jóven delantero tuvo la oportunidad de su vida al quedarse sólo frente a Valdés después de una pared con Raúl, pero desafortunadamente para él, el portero catalán supo aguantar bien y despejar el balón. "No vale de nada mirar atrás y seguir dándole vueltas. El próximo partido es el importante". El Barça ganó el Clásico por 2 goles a 0 en el Camp Nou, en un partido que hubiera cambiado mucho si Palanca hubiera marcado el mano a mano. "Siempre sueñas con debutar en el Real Madrid y no te imaginas que lo harás en un campo así, pero la derrota no hace que sea un buen debut". Al terminar el partido y después de cuajar un gran partido, el hijo de Santiago Palanca Molina, futbolista del Espanyol, no sabía que iba a ser una de las últimas veces que vistiera la camiseta del Real Madrid.
En el verano de 2009 se marcha cedido al Castellón, marcando un gol en su debut ilusionando a todos los aficionados. Un jugador que hacía poco menos de un año había podido marcar frente al Barça hacía que las expectativas sobre el delantero fueran muy altas. Durante su estancia en la ciudad valenciana jugó 36 partidos y anotó 3 goles, aspecto que no fue suficiente para evitar el descenso de su equipo a 2ªB. Era la segunda plantilla con la que descendía.
En Junio de 2010 ficha por dos temporadas con el Elche con la carta de libertad del Real Madrid por delante. Esta temporada ha marcado un gol en 16 partidos. Nunca ha resaltado su función como goleador ya que su principal virtu y peligro es el desborde por la banda y la asistencia a sus delanteros centros. El año de Palanca está siendo bueno, aunque mejorable en el sentido personal. En el colectivo no puede ir mejor ya que se encuentran líderes de la clasificación con un punto de ventaja sobre Guadalajara y Hércules.
Si hubiera marcado ese mano a mano frente a Valdés. Si el portero catalán no hubiera metido el hombro cuando la pelota iba hacia dentro, probablemente no estaríamos hablando de Palanca como un jugador que "casi" marca al Barcelona en un Clásico, si no como un canterano que había logrado adelantar a su equipo en el Camp Nou, y quién sabe si dar la victoria al Real Madrid. Cambiando esa circunstancia la carrera del delantero catalán habría cambiado.
Porque un gol te cambia la vida.
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